Queridos
mamá y papá creo sinceramente que en este momento que me habéis dejado
sola en casa es el momento ideal para hacer lo que tengo que hacer. Me
voy y no me voy a otra ciudad ni otro sitio, me voy al cielo... Sí, he
decidido adelantar mi muerte, siempre pensé que era una chica con gran
carácter con ímpetu con fuerza y valentía para encarar todo lo que me
viniese por delante. No sé que es más deprimente que vaya a morir con
apenas 17 años o que no pueda despedirme de vosotros por no tener el
coraje suficiente a afrontar mi propia despedida con vosotros. Estoy
cansada de luchar, desde que el me dejó mi vida no es la misma, no hay
día que las culpas no vengan a mi, no ceso de pensar que fue culpa mía. Me atormenta por dentro el
saber que le he perdido a él, al que era mi vida al chico que he amado
todo este tiempo desde que aun era una cría... Pero sé que mi dolor
dejará de arderme por dentro como un fuego descontrolado, que dejará de
dolerme como una espada atravesando mi tronco y saliendo por la
espalda, que mi corazón hoy dejará de latir por fin. Ni los psicólogos
pudieron hacer de mi una nueva chica que no pudieron limpiar mi alma y
sacar el dolor que estaba pudriendo mi alma y mi corazón, esta noche mi
corazón dejará de latir con su último soplo y prometo que mis últimas
palabras serán para decir que os quiero... No os sintáis mal por mi,
habéis sido los mejores padres, me habéis dado una buena educación pero
mi alma y corazón no necesitan educación sino amor. No lloréis por mi,
yo nunca podré olvidaros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario