jueves, 2 de junio de 2016

Peyi.

Tú no te olvidas de mi, pero yo de ti tampoco. A veces resulta que el tiempo pone a cada uno en su lugar, pero tu siempre vuelves a mi vida, siempre apareces cuando menos me lo espero, una tarde lluviosa o una noche fría de invierno, ahora sé que estas lejos, lejos de mi y de todo lo que yo podía ofrecerte, pero eso no hará que me rinda, porque el mundo está lleno de débiles y yo no soy una de ellos. Hagamos un pacto sencillo: Yo prometo quererte cada día un poco más que el anterior, estar a tu lado tanto en las buenas como en las malas, enseñarte a ver la vida por la parte positiva siempre. Decirte lo que me encanta y quedarme sin aliento tras los huesos. Prometo besarte y abrazarte cada día en las despedidas y cuando lo necesites. También te prometo que lloraré contigo cuando estés mal, aunque también reiremos a cada segundo de nuestras vidas al pasar momentos inigualables, inolvidables e irrepetibles, momentos llenos de sonrisas, besos, abrazos cariñosos y muchos, muchos sentimientos. Prometo estar a tu lado cuando te encuentres solo y nadie este a tu lado, cuando te encuentres desorientado y no sepas a quien acudir. Prometo dedicarte cada hora, cada minuto, cada segundo, cada sonrisa y cada beso. Prometo hacerte feliz, hacerte sonreír, que te sientas único y especial. A cambio, yo no te pido nada, solo que estés conmigo para siempre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario