Cada caricia, cada segundo, cada minuto, cada suspiro, cada mirada, cada palabra… todo fue bonito, todo me saca millones de sonrisas y no lo cambiaría por nada del mundo. Pero hay cosas que tienen principio y final; y esto, es un ejemplo. Fue bonito mientras duró, muy bonito, pero hoy ya no estas aquí y sé que aunque me esté costando, poco a poco voy cambiándote de lugar en mi mente y en mi corazón. Porque está claro que ningún amor se olvida, y menos si es tan grande como el que sentí yo por ti. Sinceramente espero que te vaya muy bien, que sigas como siempre has sido, una buena persona que con la tontería mas grande te saca una sonrisa tonta que acaba en una gran carcajada. La persona que te encuentre y comparta una vida contigo será muy afortunado, y espero que sepa aprovecharte y que no te haga daño. No te voy a mentir, me hubiera gustado ser esa persona, pero me quedo con algo que nunca nadie podrá quitarme: he sido la persona que más te ha querido, lo sé, porque nada fue lo suficientemente grande, como para impedir que me enamorara de ti. Tú podrás querer a alguien, más de lo que me quisiste a mí, pero nadie, por mucho que te quiera, lo hará más que yo. Puede que ahora no hablemos, ni tengamos contacto, pero no hace falta decirte que si alguna vez necesitas algo, no te lo pienses dos veces, ya sabes donde encontrarme.
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