Son como pinchazos en la cabeza, la música no le ayuda a sentirse menos
sola, ya nada le llena, ya nada puede hacerla sentir bien, cada día que
abre los ojos, vuelve a ver su triste realidad, vuelve a secarse las
lagrimas con la almohada y pone sus dos pies en el suelo para empezar un
nuevo día, deseando volver a llegar a la cama y volver a cerrar sus
ojos, dejando al acecho abiertas las puertas de su imaginación, dejando
que los monstruos de sus pesadillas vuelvan a rondarla esta noche.Sabe, por lo que le dicen, que esta gorda, que nunca podrá ser como las
otras chicas, ella sueña con gorras planas, con tatuajes y con un cuerpo
de modelo, pero se conforma con sus sudaderas y sus viejas deportivas,
arregla su melena como puede para verse más mona, pero sabe que ni eso
conseguirá hacer que dejen de acosarla sus compañeros, ni que maquille
sus ojos y ponga color a sus mejillas hará que no la rehuyan chicos y
chicas por su apariencia física, lo que no sabe es que realmente es
perfecta como es, tiene una sonrisa bonita, unos ojos avellana redondos y
un cuerpo como cualquier chica, delgada, pero ella quiere más, oculta
su cuerpo bajo ropa ancha y vomita cada vez que come para ser aceptada
en la sociedad. Ella ama, ama al chico guapo de clase, que también es el más estúpido,
pero para ella es el ideal, él no la mira, solo le habla para utilizarla
y pedirle los deberes, pero con eso a ella le vale, sin embargo, su
amigo, el que la apoya en cada crisis y cada lloro, el que la mira y se
le parte el corazón, la quiere, la quiere como nunca ha querido a nadie,
a él no le importa su cuerpo, ni su forma de vestir, él ama cuando ríe,
cuando se enfada o cuando sueña, pero no le dice nada porque es feliz
siendo su amigo. Hoy ella está en el hospital, ha dejado que las pastillas que ha
ingerido le hagan efecto en su cabeza, ha decidido marchar, dejarnos
atrás, no volver a despertar, solo ha avisado a su amigo, solo quiere
huir de los problemas y subir al cielo con los otros seres queridos que
perdió al cabo de su vida, insistía en que podría salir de esa, pero
nada podía hacerla sentir bien, nada podía hacer que dejara de llorar,
ahora ella no responde, su cuerpo inconsciente late en una cama de la
unidad de cuidados intensivos, su amigo llora, llora a su lado
pidiéndole que vuelva, que no le deje solo diciéndole estas palabras:"Sé que no lo has pasado bien, sé que has tenido problemas, despierta
que te has quedado dormida, vuelve conmigo, no puedes dejarme solo, no
te marches, yo, yo te quiero Paola." Pero ella no volverá ella desaparecerá dejando con su marcha llantos y
lagrimas, nunca pensó que lo que realmente puede hacernos feliz en esta
vida, está más cerca de lo que pensamos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario